jueves, 26 de julio de 2018

26 de Julio de 2018 Sørvågen (N) a Mosjoen (N)

Amanezco, extremadamente temprano. El Ferry hacia Bodo sale a las 7 en punto, y hay que estar en la cola curenta y cinco minutos antes.
Aun con la legaña puesta, empaqueto todo y salgo hacia el puerto. Mi sorpresa es que hay ya como quince coches esperando.
Con ese sol tan radiante, la música de hoy está chupada. Es otra obra de Edvard Grieg, ese famosisimo compositor Noruego, que seguro que ya os suena. Se trata de "Peer Gynt" Suite Nº1 Op 46 Enlace a la música

Pero la mayor sorpresa, es que hay otra moto. De Polonia!. Vaya suerte. Así que lo primero es presentarse. enseguida nos ponemos a charlar de motos, rutas, ferrys, el tiempo, yo que se!.
Embarcamos, y a las siete en punto, zarpamos rumbo a Bodo. Casi con pena le digo adiós a las Lofoten. Además una mañana de sol radiante.





Desde la cubierta, no paro de mirar esos paisajes. Las montañas, las islas...
Bueno, son tres horas de travesía. Cuando terminamos de afianzar las motos, la mayoría de la gente ya se ha acomodado. Por todos lados están los Noruegos tirados ocupando varios asientos durmiendo como marmotas.  Me da mucha rabia, porque en el ferry que tomé hace pocas semanas de Barcelona a Genova, cuando los que hacían lo mismo eran de origen Magrebí, se les criticaba mucho por ello. Y mire Vd. por donde, los Noruegos hacen lo mismo.

Bueno, Pawel y yo nos ponemos a hablar de nuestras cosas. Vemos posibles rutas para terminar la vuelta a Noruega. El va por libre. Con una tienda que la planta donde y cuando quiere. Parece ser que la única ley al respecto indica que debe haber una distancia de 150 metros de la tienda a la vivienda más próxima. Nada más.

Es de Cracovia, y ha venido por la ruta de los paises Bálticos, que si vienes de Polonia, tiene más sentido. 
Son tres horas de travesía, así que nos dio tiempo de planificar un viaje a Kadijistán y todo. 

Al final intercambiamos teléfonos y correos, y partimos por carreteras diferentes.

Al llegar a Bodo, es cuando de verdad empezaba la etapa, pero era de sólo 300 kilómetros. La carretera se aleja de la costa, y de los fiordos, así que vuelta a los bosques, igual que en Laponia. 

Ha sido también muy bonito, porque la mayor parte es dentro de un parque natural, y hay que subir un puerto (de 650 metros jajaja), en el que me encontré con la sorpresa de que de nuevo cruzaba el Círculo Polar Ártico, pero esta vez en dirección sur.


Hay un edificio, así que como hoy iba de relax, paré e hice unas compras y comí algo.
Luego seguí con los cien kilómetros que me faltaban. Al principio la carretera estaba bien, pero pronto se metieron en obras, y era una detrás de otra. Un peñazo. Hasta que finalmente llegué a Mosjoen, donde estoy alojado. Además, he conseguido que en el hotel me lavaran la ropa, que ya lo estaba pidiendo a voces (jajaja).

Mañana sigo hacia el sur, hasta un lugar llamado Molde, previamente pasando por otro de los atractivos de este país: su Autopista del Atlántico Aqui el enlace a Wikipedia


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